QUE NO PAREZCA ESTO UN TEATRO

Cogerte y recogerte con la llama de mis dedos

En la infinidad de un cuerpo “desnudo” que significa “sin nudos”

En plena oscuridad de la noche entre sabanas blancas

Y sin ningún tipo de telonero; que no parezca esto un teatro.

Es un acto de rebeldía quedarme a contemplar tus ojos

De la única manera en que es imposible verlos.

Aun así, siento tu mirada traspasar mi clavícula izquierda

Como si se tratase de una mordida.

Eres como un huracán que espera a que acabe alguna canción de Ludovico

Para que después convierta todo en un desastre.

En un perfecto desastre, que nada tiene que ver con el teatro

pero tiene todo parecido con la rebeldía.